lunes, 16 de septiembre de 2013

DÍA 14. Antelope Canyon y Monument Valley

Si me tuviera que quedar con un día del viaje, tendría serios problemas para descartar éste. Horseshoe Bend, Antelope Canyon y Monument Valley son 3 cartas difíciles de contrarrestar.
Empezamos el día acercándonos a Horseshoe Bend, un giro de 270º que da el río Colorado cerca de Page, donde habíamos dormido. El sol sigue sin dar tregua y caminar por la arena se hace cada vez más duro. Otra vez más, las dimensiones de lo que tenemos delante son complicadas de asimilar mediante fotografía. Vemos en el fondo que incluso hay gente navegando con sus barquitas. El precipicio es de 300 metros aproximadamente, es decir, como si estuviéramos en lo alto de la Torre Eiffel y miráramos hacia abajo.




Volvimos al coche a reponer líquidos, y fuimos al sitio de recogida de los visitantes del Upper Antelope Canyon, en Page. Teníamos la visita justo al mediodía, la mejor hora para poder ver como penetra la luz verticalmente en las paredes del cañón y va jugando caprichosamente con sus curvas. Nos llevan en unas pick-up preparadas para arena. El conductor iba ligerito, todo sea dicho, formaba parte de la atracción creo yo.
Una vez dentro, poco que decir. No he visto nada igual en la vida. Pura magia.








Comimos en Page, y pusimos rumbo a Monument Valley, donde nos alojaríamos en el único hotel que hay dentro del parque, The View. 100% recomendable.
http://monumentvalleyview.com/
Pasamos el parque de largo para ir hasta la Milla 13 de la carretera que une Monument Valley con Mexican Hat y contemplar la famosísima vista del Oeste americano.




Deshicimos el camino y ya nos adentramos en el Parque de Monument Valley.
Se recorre con el coche un circuito cerrado de 17 millas, unos 28 km por pistas de tierra. Con el Jeep íbamos de lujo. Había gente con berlinas y cabrios (apuesto a que la mayoría de alquiler) que lo pasaban realmente mal, ya que había tramos llenos de agujeros y mucha tierra suelta. No meto allí mi coche ni en broma. 
Parece que uno esté en una película del oeste, muy espectacular.

















Ver anochecer desde el hotel mientras te tomas algo tranquilamente y comentas lo acontecido durante el día no tiene precio…

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